Y es que hay días en los que los mensajes que recibimos no emiten señal acústica alguna, esos mensajes nos los envía nuestro propio corazón, que el día que se aburre... tampoco deja de enviarnos mensajitos, a todas horas, revolviendo ideas, reliando aún más los sentimientos.
Y es que hay días en los que no puedes "quitar el volumen" sin más, sino que tienes que recibirlos, tienes que analizarlos, tienes que sentirlos y luego actuar en consecuencia.
Y es que hay días en los que a todo le das vueltas.
Y es que hay días que empiezas con un tema.. y terminas relacionándolo con todos los que tienes en tu lista.
Así son estas `aplicaciones de mensajería´, que un día recibes miles y miles de mensajes y alguno de ellos, te cambia la vida.
